lunes, 17 de agosto de 2009

La tecnología desde mi visión...

Esto de escribir sobre la ciencia y la tecnología aplicada a mi profesión ha sido ya un tema trillado y pedido por muchos de nuestros profesores a lo largo de esta primera parte de la maestría.

¿Qué puedo decir ahora que no lo haya dicho ya en anteriores documentos? Una pregunta con respuesta difícil.

Pero como no puedo quedarme sin dar respuesta a su petición, aquí va otra perspectiva de lo que la tecnología, hija de la ciencia, ha hecho con mi profesión al inmiscuírse en ella. Y para ser sincero, estuve tentado a decir “que la tecnología, hija de mala madre, ha hecho…” porque realmente con todo lo que se puede hacer con ella, es realmente una hija de p…

Es imposible imaginar al mundo actual sin la tecnología… es magica, inunda nuestra cotidianeidad… y ni si quiera nos preguntamos cómo trabaja, qué la hace funcionar, qué extraña magia tiene para servirnos de ella en la medida en que diariamente lo hacemos. Bueno, es la tecnología. Nadie sabe como trabaja pero todos la abusan.

Lo mío es la comunicación visual. Si no fuera un comunicador, si no me sintiera un comunicador, no estaría tomando esta maestría. Para mi profesión la ciencia y la tecnología transformaron, no sólo el concepto sino la técnica aplicada al diseño visual. Transformaron nuestro entorno. Los que no se actualizaron, se quedaron atrás: desaparecieron. Así de brutal fue su impacto.

El advenimiento de la internet, la telefoñía moderna, los medios masivos, los nuevos conceptos de empresa y de imagen corporativa, la competencia agresiva en todos los niveles, el nuevo concepto del tiempo y las distancias; todo esto cambió nuestro mundo, tanto, que nos estamos quedando sin él.

El alcance y el poder de manipulación de la información a través de los modernos canales de comunicación son aterradores, tanto como los resultados de nuestra tan sonada “revolución bolivariana” que aglutina en sus conceptos a hermanas repúblicas latino americanas.

La percepción del mundo 2009 no es la misma que la del 2000 y ni mucho menos de la del 1900. Así de rápidos son los cambios: no podemos advertir lo complejo de lo cotidiano, esta cotidianeidad del sigle XXI donde la estrella, la santa virgen, el dios es la tecnología que, como la trinidad, escapa a nuestror razonamiento: nadie la entirende y todos la creen.

Tenemos que volver a aprender a pensar y a sentir.

En “El Mago y el Científico” de Umberto Eco, este nos nos muestra un mundo donde lo importante es “no saber cómo lo hace” la recnología, lo importante es utilizarla. A nadie le importa o no comprende la importancia da la ciencia que hizo posible la tecnología. La tecnología es la que te da todo enseguida, mientras que la ciencia avanza despacio” nos dice Eco.

Volver a la ciencia, a los procesos de investigación, preguntarnos el por qué de las cosas y el cómo suceden, comprender que de una simple observación se desarrolla todo un andamiaje científico, es lo importante; y comunicarlo eficientemente lo es mas: del episteme al doxa. Nuestro trabajo en definitiva.

Viene al caso, hablando de Umberto Eco, un breve artículo que como ejercicio en clase escribí relacionando el contenido de “El Mago y el Científico” con el ejercicio de mi profesión. Ahí les va:

Eco a mi manera por Rubén G. Rodríguez

La magia de la tecnología ha llegado… Me liga, me embriaga, me llena. Ha llegado a iluminar mi era. Mi vida con ella ha cambiado. Vivo ahora excitado con su perfume. .. ¡No puedo apartarme de ella!

El diseño de comunicación visual, área en la cual he trabajado desde los albores de mi juventud, ha sido para mi la compañera de toda la vida. Ella me ha alimentado y ha sido generosa conmigo y con mi familia. Me ha procurado un sin número de alegrías así como también momentos de profunda tristeza. Su ejercicio –largo, tedioso y complicado en sus inicios– cuando los trazos de graficaban con lápiz y tiralíneas, cuando la tinta china era nuestra aliada y el perfume de la goma de arte nos inspiraba; todos aquellos años, como en un largo y felíz matrimonio, me mantuvieron enamorado hasta el comienzo de mi madurez. ¡De pronto y sin aviso previo irrumpió en mi vida un nuevo amor! …

Mi amante: esa loca adolescente risueña y coqueta que me ata a su naturaleza cambiante y mágica. Esa, la tecnología de avanzada que me resuelve, me facilita y que me allana el camino de mi existencia; es “esa” ahora mi aliada, mi mujer, mi cómplice. Su sexo es mi perfume, porque si hablamos de sexo “ella” es femenina: “la tecnología”.

Tan, pero tan atado estoy a “ella” que no puedo imaginarme a mi profesión apartado de su apasionante compañía… Cómo cambió mi vida junto a su fogosidad lujuriosa: Fotografía digital, programas de diseño y manejo de imágenes, animación digital, edición de sonido y video, efectos de iluminación laser, e mail, medios electrónicos de investigación, acceso inmediato celular al mundo y hasta pornografía gratis al alcance de un clic. ¿Qué haría yo sin ella?

No me importa de donde viene pero si me interesa lo que tiene, lo que me puede dar y hacia dónde con ella puedo llegar. ¿qué viene de la ciencia? No me importa porque no la entiendo. ¿Qué es la hija largos años de la investigación? Allá ella. Lo único que me importa ahora es su magia, su arte, su luz, su perfume; lo único que me importa ahora es su cuerpo al que puedo tocar; me importa cada sinuosidad de sus formas porque me inspira y desata mi creatividad. Disfrutar de ella es mi deleite, Ella es ahora mi amante, mi compañera… mi santa tecnología.

Con esto creo haber cumplido, mi querido Dalton, la espectativa que usted debe tener para conocer el nivel de coordinación verbal de sus maestrantes y husmear en sus procesos mentales. Esto es lo mio: hacer lo que hago.

Hacia la alimentación mundial autosostenible: un mundo sin hambre



Con bastante retraso empiezo este trabajo hoy, domingo 22 de marzo de 2009, con el propósito de terminar lo que quedó, aparentemente colgado, pero que ha significado algunas jornadas de lectura de temas concordantes con la materia del caso.

El tema de La Ecología de la Nutrición, que podría ser también, La Nutrición Ecológica, ha dado vueltas por mi cabeza desde que recibimos el mail. El tema de lo natural Vs lo transgénico, Biomasa y Energía, Cadenas y Pirámides Alimenticias, Redes Tróficas y Alimentarias, Productividad de los Ecosistemas… todos han aportado su bloque de información que ha contribuido a la formación del concepto del papel de la alimentación dentro del equilibrio ecológico natural.

Si tuviera que hacer un reportaje o desarrollar un texto de información para comunicar sobre la situación mundial de la alimentación, sus problemas, consecuencias del irrespeto a la sostenibilidad de los sistemas que nos proveen alimento, consumo de energía y pérdida de la misma en cada eslabón trófico, nos sorprenderíamos de lo mal diseñado del sistema de alimentación o de los intereses de las grandes empresas que ganan dinero convirtiéndonos en consumidores secundarios y terciarios: predadores.


Reportaje: Hacia la alimentación mundial autosostenible:

un mundo sin hambre

8 de diciembre de 2008, Roma / Johannesburgo / Nueva York / Santiago / Estocolmo / Tokyo -- Según el informe anual de la FAO sobre el hambre: El estado de la inseguridad alimentaria en el mundo, el hambre y la malnutrición producen un enorme sufrimiento a las personas, por su causa mueren más de diez millones de niños al año, y tiene un costo para los países en desarrollo de ciento de miles de millones de dólares por la pérdida de productividad y de ingresos nacionales.

Tomando en cuenta que el número de personas que pasan hambre en el mundo aumentó a mas de mil millones entre los años 2000 y 2008, es decir, un incremento de 120 millones de personas desde mediados de los años 90, los costos humanos y económicos del hambre no dejarán de aumentar si no se revierte esta tendencia.

La FAO señala que es lamentable lo poco que se hace para combatir el hambre, si bien los recursos necesarios para evitar con eficacia esta tragedia humana y económica son minúsculos en comparación con los beneficios de invertirlos en esta causa.

El informe añade que si no hubiera que pagar los costos directos de los daños producidos por el hambre, habría más recursos para luchar contra otros problemas sociales. "Una primera estimación sugiere que estos costos directos suman un total de aproximadamente 100 000 millones de dólares al año, más del quíntuplo de la cantidad comprometida hasta la fecha para financiar el Fondo Mundial de Lucha contra el SIDA, la Tuberculosis y la Malaria."

Además, también están los costos indirectos de la productividad y los ingresos perdidos. Por ejemplo, el informe indica que tolerar los niveles actuales de malnutrición infantil se traducirá en pérdidas de productividad e ingresos durante la vida de estas personas que ascienden a entre 800 mil millones y mas de un billón de dólares al valor de hoy.

Es una ironía, añade el informe, que los recursos necesarios para afrontar el problema del hambre sean pocos en comparación con los beneficios que produciría invertirlos en este causa. Cada dólar invertido en la lucha contra el hambre puede multiplicarse por diez y hasta por más de 202 veces en beneficios…

¿Y qué si pudiéramos invertir estas cifras con un modelo de alimentación sostenible?

La transferencia de la energía alimenticia desde su origen en las plantas a través de una sucesión de organismos, cada uno de los cuales devora al que le precede y es devorado a su vez por el que le sigue, se llama cadena alimenticia. El número de eslabones de la cadena debe ser limitado a no más de cuatro o cinco, precisamente por la gran degradación de la energía en cada uno. El porcentaje de la energía de los alimentos consumida que se convierte en material celular nuevo es el porcentaje eficaz de transferencia de energía.

El flujo de energía en los ecosistemas, procedente de la luz solar por medio de la fotosíntesis en los productores autótrofos, y a través de los tejidos de hervíboros como consumidores primarios, y de los carnívoros como consumidores secundarios, determina el peso total y número (biomas) de los organismos en cada nivel del ecosistema. Este flujo de energía disminuye notablemente en cada paso sucesivo de nutrición por pérdida de calor en cada transformación de la energía, lo cual a su vez disminuye los biomas en cada escalón.

Niveles tróficos

Recordemos que los niveles tróficos que constituyen un ecosistema, dan lugar a una cadena alimentaria que se despliega así:

Productores.- Organismos capaces de sintetizar la materia orgánica a partir de la inorgánica (plantas y fitoplancton).

Consumidores.- Seres que consumen la materia orgánica ya producida por otro ser vivo del ecosistema y se dividen en los siguientes tipos:

Consumidores primarios: Se alimentan de los productores, (estos son los hervíboros). Consumidores secundarios: Se alimentan de los consumidores primarios, (son los carnívoros).

Consumidores terciarios: Se alimentan de los consumidores secundarios (son los super-depredadores), el hombre.

Descomponedores.- Seres que utilizan los desechos de los demás grupos, excrementos y cadáveres para obtener energía.

Algunos animales sólo comen una clase de alimento, y por consiguiente, son miembros de una sola cadena alimenticia. Otros animales comen muchas clases de alimentos y no sólo son miembros de diferentes cadenas alimenticias, sino que pueden ocupar diferentes posiciones en las distintas cadenas alimenticias. Un animal puede ser un consumidor primario en una cadena, comiendo plantas verdes, pero un consumidor secundario o terciario en otras cadenas, comiendo animales hervíboros u otros carnívoros.

El hombre es el final de varias cadenas alimenticias; por ejemplo, come pescados grandes que comieron otros peces pequeños, que se alimentaron de invertebrados que a su vez se nutrieron de algas. La magnitud final de la población humana (o la población de cualquier animal) está limitada por la longitud de nuestra cadena alimenticia, el porcentaje de eficacia de transferencia de energía en cada eslabón de la cadena y la cantidad de energía luminosa que cae sobre la Tierra.

El hombre nada puede hacer para aumentar la cantidad de energía luminosa incidente, y muy poco para elevar el porcentaje de eficacia de transferencia de energía, por lo que sólo podrá aumentar el aporte de energía de los alimentos, acortando la cadena alimenticia, es decir, consumiendo productores primarios, vegetales y no animales. En los países superpoblados como China e India, los naturales son principalmente vegetarianos porque así la cadena alimenticia es más corta y un área determinada de terreno puede de esta forma servir de sostén al mayor número de individuos.

Hablemos en porcentajes

Recordemos que entre cada eslabón de la cadena trófica se pierde entre 80% y 90% de energía. Es decir si el sol emite 100 unidades de energía, las plantas se quedan con 10 a 20 unidades de esa energía.

De esas 20 unidades de energía, el consumidor primario (hervíboros) se queda con 4 unidades de energía, y el consumidor secundario que se alimenta del primario, se queda con 0.8 unidades de energía.

Saltando la imposibilidad de fotosintetizar, si consumiéramos solo productores de energía (vegetales) habría un 500% mas aproximadamente de alimentos que lo que se produce hoy, es decir , independientemente de las políticas mal intencionadas, se podría alimentar, considerando perdidas de cualquier naturaleza a por lo menos 3 veces la población mundial actual (6000 millones por 3 = 18 mil millones de personas)

¿Podremos cambiar?

Según un estudio de la Oregon State University, la producción de alimentos de las tierras de cultivo, crece menos que la población mundial. Cuando Paul Ehrlich advirtió hace tres décadas que "cientos de millones" de personas morirían de hambre, probablemente exageró, por ahora. (Solo murieron de hambre decenas de millones).

La revolución verde, una inyección de fertilizantes y técnicas de fabricación en serie, incrementó los rendimientos de las cosechas, y retrasó la escasez. Eso, combinado con una utilización más intensiva de las tierras cultivables a través de la irrigación y el uso masivo de fertilizantes y plaguicidas químicos basados en los combustibles fósiles, nos permitió mantener el paso más o menos con el crecimiento de la población durante otra generación.

Otra ganancia adicional, pero muy pequeña y con consecuencias impredecibles, puede venir de la ingeniería genética.

La estabilización de la población no se producirá antes de otro medio siglo, y sólo nos queda una alternativa importante: reducir drásticamente el consumo de carne, para que la conversión de los terrenos de pastos en terrenos de cultivos de alimentos incremente la cantidad de alimentos producidos.

Pero ya algunos argumentan que los pastos usan las tierras inútiles para los cultivos, y en estas áreas el ganado puede continuar teniendo un lugar, pero grandes áreas de tierras cultivables se destinan para que el ganado vacuno se alimente y las destruya, y mas del 50% de la producción de cereales, miz y soja, de sestinan para la alimentación del ganado.

Volvamos con los números

Digamos que tenemos 20.000 kcal [kilocalorías] de maíz. Supongamos que las destinamos a alimentar el ganado vacuno (como hacemos con aproximadamente el 70 por ciento de los cereales y la soja producidos en EE UU). La vaca producirá 2.000 kcal de energía utilizable a partir de esas 20.000 kcal de maíz (asumiendo una eficiencia del 10%). Esas 2.000 kcal de carne de res alimentarían a una persona durante un día, asumiendo una dieta de 2.000, que es común en EE UU. Si en su lugar comieramos directamente las 20.000 kcal de maíz, en vez de a través de la vaca, podríamos alimentar a muchas más personas con la misma cantidad de tierra cultivada; no necesariamente 10 veces más, porque no somos tan eficientes como el ganado vacuno en la transformación de la energía del maíz, pero considerablemente más que la única persona que podría alimentarse si el maíz pasa primero a través de la vaca.

En consecuencia, podríamos alimentar a mucha más población con la misma cantidad de tierras cultivadas si descendemos en la cadena alimenticia, si comiéramos a productores primarios en lugar de herbívoros (maíz en lugar de carne). O podríamos alimentar al mismo número de personas que en la actualidad, pero con menos degradación ambiental porque no necesitaríamos tener tantas tierras en cultivo.

Mientras 22,4 millones de hectáreas de tierras en EE UU se destinan a pastos para el ganado, sólo 1,6 millones de hectáreas se dedican al cultivo de verduras y hortalizas para el consumo humano directo. Departamento de Comercio de EE UU, Censo Agrario.

Esto está ocurriendo hoy

Tomemos como ejemplo la pampa argentina, muchos sectores de una de las mejores tierras de cultivos del mundo que está en la pampa húmeda está siendo destinada a la producción de alimento para vaca: soja, maiz, etc.

Solo imaginemos la cantidad de comida para humanos que se podría producir y exportar, la mano de obra que esto generaría y las industrias agregadas que también se generarían, ya que se puede procesar todo con beneficios agregados

Si en vez de producir y exportar materia prima para consumo de vaca / cerdo / pollo de otros países, produjéramos alimentos de origen vegetal, procesado para humanos, y además de que los restos vegetales se pueden procesar industrialmente para generar muchísimos otros productos... sería el gran avance ... pero la realidad es otra.

http://video.google.com/videoplay?docid=6534983073957789683

viernes, 7 de agosto de 2009

Acerca de la comunicación científica y su contexto de investigación


Uno de los problemas a los que los diseñadores gráficos nos enfrentamos al momento de organizar nuestro trabajo de comunicación visual, es sin duda, la investigación de tipo científico.

Nuestra formación es totalmente diferente al de otras disciplinas en las que la investigación de tipo científico, tiene algún tipo de base en la formación de su perfil profesional.

Teniendo como antecedente esta desventaja en lo que a organizar un proceso de investigación científica se refiere, pongo a consideración del gremio y de mis compañeros de la maestría de CPCYT de EDCOM-ESPOL, este artículo del investigador Alfredo Romero, algo extenso, pero de indudable valor para nosotros los diseñadores de comunicación visual.


Alfredo Romero S.

Investigador

Unidad de Apoyo de Información y Documentación. CENIAP-INIA

Nota explicativa

Luego de muchos años de experiencia dictando cursos de Redacción Técnica y Comunicación Científica, tanto en cursos de postgrado como en el sector oficial de la investigación agrícola, compartiendo las experiencias y vivencias de los propios investigadores, y conociendo a lo largo del tiempo las experiencias de otros profesionales dedicados a tareas similares, se han reunido algunas notas y aspectos resaltantes identificadas en este transitar, las cuales se desea compartir con los interesados. Son muchas lecturas de libros, documentos, artículos impresos y páginas web, las que alimentan estas ideas, que no se reseñan en una bibliografía al final del texto, dado el carácter divulgativo de este trabajo, pero que a cualquier interesado se les puede suministrar.

Introducción

La investigación es una actividad fundamental en el proceso de creación y construcción del conocimiento. En general, se admite que la investigación científica da lugar a nuevo conocimiento gracias a los procesos de indagación sistemática y de contraste de las teorías frente a los resultados experimentales.

Socialmente, la investigación es el estilo de pensamiento y acción más significativo en el entramado social e institucional de nuestra época, en tanto que constituye el proceso y la estrategia que permite la generación de conocimiento.

Debe quedar claro que el conocimiento no se descubre, sino que, gracias a la elaboración de teorías y modelos, se construye mediante un proceso social en el que intervienen, además del propio investigador, otros científicos que evalúan y aceptan o rechazan sus teorías, modelos, propuestas u observaciones.

El término "investigación" engloba las diversas actividades que tienen relación más o menos directa con la construcción del conocimiento científico, entre ellas:

a) Trabajo en el laboratorio.

b) Análisis de datos.

c) Elaboración de modelos y teorías.

d) Comunicación de resultados a la comunidad investigadora.

e) Gestión y desarrollo de proyectos de la investigación.

La publicación de los trabajos reseñando los resultados de la investigación es un elemento fundamental de la ciencia moderna y caracteriza la acepción de investigación que se plantea en este artículo.

La ciencia de hoy es muy diferente de la ciencia de hace varios siglos. Como es sabido, muchos científicos del pasado eran parte de una élite ilustrada y un coto cerrado. En muchas ocasiones los resultados de sus trabajos eran mantenidos en secreto y no se daban a conocer al resto de la (escasa) comunidad investigadora. Hoy día, en cambio, la ciencia es una profesión institucionalizada con sus normas epistemológicas e intersubjetivas, su ética profesional e instituciones académicas que velan por su integridad y sostenibilidad. Sin duda, uno de los factores que contribuyen al desarrollo económico y social de cualquier sociedad es, precisamente, la investigación científica y tecnológica, de ahí la importancia que se concede a las políticas de promoción y desarrollo del conocimiento en cualquier sociedad avanzada.

En este contexto, el acceso profesional de la ciencia suele realizarse, fundamentalmente, a través de los siguientes canales:

a) Universidades (donde se combina con la docencia).

b) Centros privados y públicos de investigación (por ejemplo el INIA)

c) Empresas privadas (Semilleras, de Salud Animal, Agroindustrias transformadoras, entre otras).

La producción de información y conocimiento científico es uno de los criterios básicos de acceso y promoción dentro de las instituciones citadas.

I. Algunos elementos de filosofía de la ciencia

Concepciones epistemológicas de la Ciencia

La formación científica correspondiente a los niveles de enseñanza primaria y secundaria debería proporcionar a los futuros ciudadanos adultos los elementos básicos de las disciplinas científicas para que sean capaces de entender la realidad que les rodea y puedan comprender el papel de la ciencia en nuestra sociedad. Asimismo, este primer contacto con la ciencia debería contribuir a que éstos desarrollen ideas adecuadas sobre la ciencia y el conocimiento científico y a que apliquen hábitos propios del pensamiento y razonamiento científico en su vida cotidiana. Estos objetivos chocan muchas veces con la realidad.

A las quejas tradicionales de profesores e investigadores relativas al bajo nivel de conocimientos de los estudiantes y la persistencia evidente de las famosas preconcepciones tras años de enseñanza formal, hay que añadir un nuevo elemento al que sólo se ha comenzado a prestar atención en los últimos años: se trata de las ideas de los propios alumnos universitarios sobre la ciencia, el conocimiento científico y, también, sobre cómo se aprende la ciencia. Tal como demuestran numerosos trabajos de investigación, las concepciones acerca de la validez y fiabilidad del conocimiento científico y cómo este se articula o acerca de cómo se construye y evoluciona la ciencia son con frecuencia inadecuadas.

Incluso personas con formación científica o investigadores cualificados mantienen concepciones inadecuadas sobre la ciencia y el conocimiento científico. Así, por ejemplo, no resulta raro que, con frecuencia, los propios profesores universitarios de ciencias y los investigadores tengan una formación deficiente en los aspectos relacionados con la naturaleza de la ciencia y la epistemología, Filosofía o Sociología de la Ciencia. Enfrentados con los contenidos propios de las disciplinas (científicos), estos aspectos metacientíficos reciben una escasa atención en los planes de estudio y en muchas ocasiones deben sacrificarse en beneficio de los contenidos "serios".

En la Universidad son raras las asignaturas de Historia, Filosofía o Epistemología de la ciencia y, en el caso de existir, suelen concebirse como un mero complemento cultural que se contempla generalmente como asignaturas optativas con poco peso en el plan de estudios. Parece existir una especie de creencia implícita generalizada de que la Historia o la Filosofía de la Ciencia no contribuyen mucho a la formación del futuro científico. Incluso se olvidan completamente aspectos tan importantes como la ética científica y, como puede comprobarse en los curricula de los postgrados, ni siquiera se abordan de manera generalizada.

En este documento se describen las principales enfermedades fúngicas diagnosticadas y se establecen las recomendaciones de control según el enfoque de Manejo Integrado de Plagas (MIP), lo cual contribuirá a lograr una mayor rentabilidad del cultivo y a obtener unidades de producción más sustentables y competitivas.

Frente a esta situación comienza a haber una reacción en la actual generación de científicos y académicos. Ya se reconoce abiertamente la necesidad de abordar otros aspectos en el aprendizaje de las ciencias además de los contenidos tradicionales. Así, en muchos países del mundo se busca que en la educación secundaria y especialmente en la universitaria se contemplen algunos de los aspectos siguientes:

a) Elaborar criterios personales y razonados sobre cuestiones científicas y tecnológicas básicas

de nuestra época mediante el contraste y evaluación de informaciones obtenidas en distintas

fuentes.

b) Reconocer y valorar las aportaciones de la Ciencia para la mejora de las condiciones de

existencia de los seres humanos, apreciar la importancia de la formación científica, utilizar en las

actividades cotidianas los valores y actitudes propios del pensamiento científico, y adoptar una

actitud crítica y fundamental ante los grandes problemas que hoy plantean las relaciones entre

Ciencia y sociedad.

c) Valorar el conocimiento científico como un proceso de construcción ligado a las características

y necesidades de la sociedad en cada momento histórico y sometido a evolución y revisión

continua.

Aspectos poco conocidos de la ciencia actual que merecen atención especial

Muchas de las formulaciones, en Filosofía de la Ciencia se refieren al proceso de creación del conocimiento, a la generación de teorías o leyes o al proceso de descubrimiento, olvidando, por ejemplo, la enorme influencia que tiene la comunicación de la ciencia en la formación y articulación del conocimiento científico. Factores personales, relacionados con la psicología de los científicos o con los deseos de notoriedad, fama o poder suelen dejarse también de lado o no se tienen en cuenta en las teorías y puntos de vista más extendidos en Filosofía de la Ciencia. Por otra parte existe un cierto sesgo a favor de la Física en las preferencias de los filósofos de la ciencia y esto tiene consecuencias sobre nuestra forma de concebir otras disciplinas, como por ejemplo, la Química, las ciencias Biológicas o Sanitarias que, en general, ocupan un lugar menor.

Esto, sin tomar en cuentas las nuevas perspectivas de globalidad, emergencia y conectividad que estudiosos contemporáneos plantean como necesarias para la cabal comprensión y aplicación de la ciencia en la actual época de cambios y transformaciones que caracterizan la sociedad moderna. Sin duda una parte de la persistencia de los problemas anteriores tienen su origen muchas veces en una cierta falta de atención o de conocimiento por parte de investigadores y educadores sobre los resultados de las líneas de investigación en la dinámica de la ciencia actual. De acuerdo con lo anterior, se considera muy conveniente llamar la atención de la comunidad investigadora y académica sobre algunos de estos aspectos poco conocidos de la ciencia actual..

No es una casualidad que algunos de estos aspectos poco conocidos, como el fraude o la lucha por la prioridad, resulten, con frecuencia "incómodos" para las visiones simplistas que conciben la ciencia como una actividad pura y desinteresada en la que la verdad es la meta suprema. Estos aspectos se mantienen alejados de los investigadores y académicos, aunque hace tiempo que ocupan un lugar destacado en las páginas de debate de revistas tan prestigiosas como Science y Nature.

Cómo se articula y evoluciona el conocimiento científico

A veces se acusa a la Filosofía de la Ciencia de ser una especie de sucedáneo de la Epistemología. No en vano, uno de los temas principales de debate en Filosofía de la Ciencia tiene que ver con la naturaleza del conocimiento científico y la fundamentación del mismo. En la descripción del conocimiento científico se recurre a conceptos tales como teorías, leyes, hipótesis y otros que están relacionados La evolución y desarrollo de tales elementos está en el centro de un debate que está lejos de finalizar. El problema que subyace en dicho debate es la existencia o no de criterios válidos y universales que permitan evaluar las teorías científicas, y estudiar el papel que desempeñan los procesos de publicación y comunicación. Tal problema, en su versión más general referida a la fundamentación del conocimiento, no es nuevo en Filosofía. Por ello es necesario tener una mínima idea acerca de tales concepciones,

¿Qué es el Inductivismo?

Una de las concepciones que históricamente ha ejercido una mayor influencia sobre nuestras ideas acerca de cómo es la ciencia y el conocimiento científico es la inductivista en sus diferentes versiones. Según este punto de vista, la investigación comienza con la observación mediante los órganos sensoriales. A partir de esta observación se generan enunciados observacionales que constituyen la base para formular las leyes, principios y teorías que articulan el conocimiento científico. Aunque la idea fundamental del inductivismo es que la observación proporciona una base segura a partir de la cual se puede derivar el conocimiento científico, las posiciones más sofisticadas hacen referencia a los principios combinados de inducción y deducción para explicar la validez de las afirmaciones científicas. Es evidente que en la opción anterior no se tienen en cuenta los procesos de comunicación científica. El papel de la comunidad académica, según se desprende de este punto de vista, es forzosamente limitado.

A. Chalmers es autor de uno de los análisis críticos más completos de las posturas inductivistas (What is this thing called Science?. London, The Open University. 1977. 157p), en el que hace hincapié en el hecho de que la observación depende fuertemente de una teoría previa que la orienta. Es cierto, por otra parte, que las observaciones no siempre constituyen una base firme sobre la cual se pueden fundamentar las teorías.

Diversos episodios en la Historia de la Ciencia demuestran cómo determinadas observaciones supuestamente impecables en realidad estaban sesgadas. Las visiones inductivistas sobre la ciencia han sido casi completamente abandonadas por los especialistas y si se citan aquí es porque muchas de las concepciones comunes de los investigadores sobre la ciencia y el conocimiento científico son marcadamente inductivistas, al igual que sucede con frecuencia con algunas ideas sobre la ciencia que transmiten los libros de texto.

¿Qué es el Falsacionismo?

El falsacionismo, con el filósofo Karl Popper como su principal representante, admite que la observación es guiada por la teoría y la presupone (K.Popper. 1967. La lógica de la Investigación Científica. Madrid, Tecnos. 451p). Según los defensores de esta corriente, si bien es imposible demostrar que una afirmación es verdadera, si que es posible diseñar experimentos o planificar y realizar observaciones que, al menos en principio, pudiesen falsarla. El conocimiento científico se caracterizaría, pues, por la posibilidad de ser falsado mediante el experimento o la observación y sólo las afirmaciones falsables deben ser admitidas como científicas. Según Popper, las teorías han de ser comprobadas rigurosa e implacablemente mediante la experimentación. Las teorías que no superan las pruebas de observación y experimentación deberían ser eliminadas y reemplazadas por otras conjeturas especulativas. Como resultado, sólo sobrevivirían las teorías más aptas.

En esta concepción , al contrario de lo que sucede con la inductivista, el papel de la comunidad académica y de los procesos de comunicación aparece mas claro, dado que el proceso de falsación de las teorías no necesariamente se debe llevar a cabo por los mismos que las elaboran.

¿Qué es un paradigma y cómo se sustituye por otro?

El dominio de las ideas popperianas se vio turbado, entre otros factores, por la aparición de la obra de Tomás Kuhn (La Estructura de las Revoluciones Científicas) que, según algunos filósofos de la ciencia, venía a recordar que la Historia de la Ciencia contradice de manera evidente al edificio lógico tan cuidadosamente construido por Karl Popper. Tal vez la aportación más citada de Kuhn a la Filosofía de la Ciencia sea la noción de paradigma como un conjunto de creencias, valores y técnicas compartidos por una comunidad científica. Según la formulación inicial de Kuhn, el desarrollo de una disciplina dada se caracteriza por períodos de ciencia normal y períodos de revolución científica.

Durante los períodos de ciencia normal domina un determinado paradigma, mientras que en épocas de crisis éste es cuestionado y sustituido. Esta sustitución implica algo más que un mero cambio de teoría ya que, según Kuhn, los fundamentos, las aplicaciones, la concepción del mundo y los métodos que subyacen en el nuevo paradigma son ahora radicalmente diferentes a los del anterior (son inconmensurables). Hasta la misma comunicación entre los defensores de ambos puntos de vista resultaría harto difícil.

El cambio de un paradigma a otro no tendría lugar debido únicamente a factores racionales, sino, en gran parte, gracias a factores tales como la implicación de jóvenes científicos y la capacidad de persuasión de los proponentes del nuevo paradigma. Estos factores y otros similares harían de la ciencia, en la visión kuhniana, una actividad en cierta medida parecida a la política. La concepción de Kuhn destaca implícitamente el papel de los procesos de comunicación científica e insiste en la necesidad de persuadir al resto de científicos e investigadores que pertenecen a una comunidad académica. Así, según esta concepción ningún cambio es posible hasta que ha sido aceptado por la comunidad investigadora.

Más pertinente aún es lo planteado, cuando ahora estamos iniciando la práctica de un nuevo modo de producción de conocimiento, proceso que se realiza en el contexto de su aplicación, mediante un esfuerzo inter y transdisciplinario, con una alta carga de reflexividad social y mayormente orientado a servir de sustrato para “descubrir” nuevos problemas y facilitar la emergencia de esta nueva época, como lo diría José de Souza, todavía infante, impredecible, sujeta a vaivenes de los centros de poder globales.

¿Cómo evolucionan los conceptos científicos?

Existe una analogía entre la evolución de los organismos biológicos y la construcción del conocimiento científico, según la cual la generación y selección de los conceptos tiene un cierto parecido con la evolución de los organismos biológicos y se regiría por los mismos principios. El objetivo de esta analogía es demostrar que, en la selección de los sucesivos conceptos, los investigadores aplican criterios puramente racionales con el fin último de contribuir al desarrollo de su disciplina. El avance de una disciplina tendría su origen en problemas no resueltos que plantean unas exigencias intelectuales o una prácticas específicas que estarían en el origen de los nuevos conceptos. Esta aparición de nuevos conceptos viene acompañada de procesos de selección siempre en aras de un mejor servicio a la disciplina en cuestión. En este proceso de selección desempeñan un papel fundamental los medios de comunicación científica y los editores y árbitros de las revistas especializadas.

II. Investigación y comunicación científica

Ciencia, aprendizaje y comunicación científica

La ciencia contribuye a la explicación de los fenómenos de la naturaleza, de la sociedad y produce las innovaciones científicas y técnicas en salud, prosperidad y seguridad para las naciones. Se considera también un proceso de descubrimiento, diseminación, aplicación o análisis y recuperación de información. Por lo cual, el aprendizaje activo con la literatura científica es importante para la formación del pensamiento científico de los estudiantes y el desarrollo de la capacidad de elaborar una producción científica documentada.

La ciencia se ha vinculado con la práctica convirtiéndose en una fuerza productiva que desarrolla a la sociedad y se ha producido un proceso de incorporación de la ciencia a distintas esferas de la vida económica y social. Hoy se considera una fuerza productiva directa, el desarrollo de un país no se concibe, sino es sobre la base de incorporar con rapidez y de forma efectiva los resultados de la actividad de la ciencia a la práctica económica y social.

Las naciones poderosas buscan el liderazgo científico fomentando en sus ciudadanos la capacidad para producir y utilizar la ciencia y la tecnología. Consideran que los recursos humanos capacitados son su principal riqueza y facilitan las condiciones y las oportunidades para que su fuerza de trabajo intelectual:

Desarrolle y mantenga el liderazgo a través de las fronteras del conocimiento científico.

Incremente los vínculos entre la investigación científica y los objetivos nacionales.

Estimule el interés social que promueva la inversión para la ciencia y el uso efectivo y racional de los recursos físicos, humanos y financieros.

Multiplique los recursos profesionales, científicos y técnicos para el desarrollo.

Incremente la alfabetización científica y tecnológica de los ciudadanos.

En el mercado del conocimiento la competitividad en el uso de la información científica es una moneda de cambio, en unos casos, por el desarrollo de ciertos conocimientos como fuente de poder y ganancias; en otros como forma de colaboración con el desarrollo social y productivo.

El advenimiento de nuevas tecnologías producidas científicamente ha tecnificado las dimensiones sociales y culturales del trabajo profesional en los contextos económicos nacionales y mundiales. Principalmente, la infraestructura de la información, proporcionada por la tecnología, ha sido utilizada para generalizar y regular las reglas de operación en áreas heterogéneas de trabajo caracterizadas por altos niveles de tareas inciertas. En la organización burocrática, las técnicas derivadas de la ciencia se utilizan para tratar con el crecimiento de la complejidad de coordinar resultados altamente diferenciados y especializados. Sobre este tema, todavía hay mucho que transitar y aprender.

La búsqueda, colecta, análisis y uso de la información, con fines de solucionar con eficiencia problemas y generar conocimientos son estrategias y procedimientos normales de las actividades de los científicos En la actualidad, esencialmente, estas actividades se han incorporado a las prácticas profesionales modernas y las requiere necesariamente un investigador. La metodología contemporánea de la ciencia, tiene cinco etapas: la acumulación y elaboración de datos empíricos, la construcción y el despliegue de una teoría sobre la base del material empírico recopilado, la explicación de datos empíricos conocidos; la predicción de nuevos datos con la ayuda de la teoría elaborada y, la confirmación de la teoría. Este procedimiento depende de la palabra impresa porque forma parte de un registro público permanente de conceptos, teorías, observaciones, cálculos y resultados para poder referirse a ellos, porque muestra un proceso de trabajo generador de conocimientos, donde se registra cuidadosamente los resultados experimentales y las conclusiones que de ellos se derivan. Pero en los últimos años, con el advenimiento y accesibilidad a la red de redes, las publicaciones electrónicas y el libre acceso a las mismas amplían de manera significativa e alcance de la comunicación científica

La información científica se relaciona con los datos y los hechos de los fenómenos del universo material, social e ideal. Porque, en un sentido real, los datos son una representación simbólica que sirve de base para procesar y transmitir los atributos de esas entidades. Su finalidad es proporcionar información al observador o usuario de los datos, siempre que este tenga la capacidad para interpretarlos y aplicarlos.

Así, la ciencia se esfuerza por constituirse en un conocimiento que pueda ser verificado socialmente, a la vez que se preocupa por la posibilidad de repetir las experiencias. En las comunidades científicas, los hallazgos originales y novedosos del conocimiento y sus posibles alcances para resolver problemas del conocimiento y de la sociedad; se difunden a través de publicaciones especializadas para examinar y evaluar las contribuciones, difundir y ampliar el conocimiento. Se debe desarrollar en los investigadores una cultura pedagógica centrada en la utilización de dos fuentes de información científica: el artículo original de investigación y el artículo de revisión. Estas dos fuentes de información son medios de comunicación de la ciencia, representan fuentes de información científica con calidad para desarrollar el pensamiento experimental y aprender a comprender e incorporar los procedimientos de la ciencia al ejercicio de las profesiones. La identificación, recuperación y procesamiento de estos materiales bibliográficos permite a los estudiantes aprender a trabajar y comprender los procesos lógicos de la naturaleza de la información y del discurso teórico y empírico de la literatura a través de la cual los científicos comunican las síntesis y los resultados originales del proceso de la producción del conocimiento científico.

El artículo científico, experimental o de investigación, es una publicación científica primaria o publicación válida o aceptable. Se publica como un informe escrito que describe los resultados originales de una investigación, lo cual permite a los colegas del autor comprender plenamente y utilizar lo que se divulga. Debe presentar la información suficiente para que los usuarios de los datos puedan evaluar las observaciones, repetir los experimentos y corroborar las conclusiones con el fin de valorar los procedimientos experimentales. Se publica como material previamente revisado y aprobado por un juicio del arbitraje que emite una valoración de los escritos científicos en términos de la importancia del tema tratado. Esto es: originalidad, enfoque y diseño experimental apropiado, relevancia y pertinencia de la discusión, validez de las conclusiones y sus interpretaciones, organización interna del manuscrito, calidad de la forma (buena sintaxis, gramática y ortografía precisa, párrafos coherentes), nomenclatura correcta, adecuación del resumen y la base empírica citada correctamente.

La economía del conocimiento se desarrolla sobre la capacidad de abstracción para descubrir patrones y significados de la realidad. Se apoya en la destreza de manejar fórmulas, analogías, modelos y categorías. Su propósito es reinterpretar y reorganizar el caos de información para descubrir nueva soluciones, problemas y alternativas. En lugar de poner el acento en la transmisión de la información, se promueve el discernimiento y su interpretación. Allí se aprende a profundizar en la información a plantearse por qué se han seleccionado ciertos hechos, cómo deben ser interpretados y cómo se pueden refutar”. Los más afortunados jóvenes aprenden cómo conceptuar problemas y generar soluciones. Su educación formal requiere el perfeccionamiento de las habilidades de abstracción, pensamiento sistémico, experimentación y colaboración.

La lectura de artículos ofrece un sistema de actividades con un enriquecimiento instrumental que permiten la aplicación y la transferencia del conocimiento y las técnicas adquiridas en una forma y en un contexto para resolver problemas que se presentan en otra forma y en otro contexto.

Algunas conclusiones preliminares

A pesar de las dificultades para aclarar en qué consiste la ciencia, la Filosofía ha contribuido en gran medida a aclarar qué cosa no es la ciencia. Aunque las diversas tendencias en Filosofía de la Ciencia mantienen puntos de vista que son a veces contradictorios, existe un cierto consenso en que la investigación es un proceso cíclico que comienza con el planteamiento de un problema y que termina de nuevo con el planteamiento de nuevos problemas a partir del conocimiento existente. El papel que juegan la observación y la experimentación en la investigación no es tan relevante como el que desempeñan la emisión de hipótesis, el diseño de experimentos, los conocimientos iniciales, y por supuesto el proceso de comunicación científica. Las teorías establecidas tienden a ser resistentes al cambio y la mera falsación no basta para descartarlas. Algunas teorías incluso nacen falsadas o están en conflicto con otras teorías establecidas y sin embargo dan lugar a programas de investigación fructíferos.

Todo esto se ve potenciado con las posibilidades que brinda el casi universal acceso a Internet.

III. Incrementando el impacto del artículo científico

Cuando redactamos un artículo, el título es la frase más importante que debemos considerar. Del título adecuado depende muchas veces que un lector pase de largo nuestro artículo o se anime a leer el resumen cuando revisa una larga recopilación obtenida, por ejemplo, en una base de datos. Los investigadores son personas muy ocupadas y no pueden permitirse el lujo de analizar con detalle toda la inmensa producción de un campo o un tema determinado. Un título erróneo puede hacernos perder un lector potencial que, en definitiva, es alguien que puede citarnos alguna vez.

Citar los trabajos propios anteriores en un artículo que estemos elaborando es perfectamente admisible y, en muchas ocasiones, inevitable. En el marco de la necesaria continuidad del trabajo científico, citar los antecedentes previos del trabajo que se está planteando es útil, adecuado y ayuda a aumentar nuestra visibilidad. En la preparación de los artículos científicos, los investigadores deberían aplicar una “lista de chequeo”, que amplíen la posibilidad de ganar visibilidad e influencia entre sus pares:

· En la dirección de trabajo es conveniente incluir el correo electrónico, al menos del autor principal, y la página Web institucional.

· Es conveniente elegir cuidadosamente (no en el último momento) las palabras clave que servirán para indexar nuestro trabajo. En vez de inventarnos éstas conviene recurrir a los thesauros de las bases de datos. De esta manera, conseguimos que cualquier investigador interesado pueda recuperar fácilmente el contenido de nuestro artículo cuando realice una búsqueda sistemática. Hay que tener en cuenta que gran parte del indexado se realiza automáticamente y las personas que se dedican a esto, en general, no son expertos en el contenido de los artículos, por lo que es difícil que corrijan las palabras clave que elijamos nosotros si éstas son incorrectas.

· Al igual que sucede en muchos otros aspectos de la vida, las primeras impresiones suelen ser las que cuentan. Por esto conviene que los árbitros se lleven una buena impresión de nuestro trabajo. Si las figuras son pobres, los cuadros aparecen desordenados y la escritura es pobre, estamos dándoles argumentos para que puedan rechazar nuestro artículo.

· Algunos autores aconsejan dejar algunos cabos sueltos deliberadamente con el fin de dar al árbitro un argumento para proponer cambios y mejoras en nuestro artículo. Así, el editor comprueba que el árbitro ha hecho concienzudamente su trabajo (y es posible que vuelva a recurrir a él en otra ocasión), el árbitro queda satisfecho y nosotros introducimos el cambio que nos solicitan. Todos salimos ganando.

· Siempre que sea posible y pertinente, conviene citar a los científicos más relevantes en un campo determinado, dado que es muy posible que alguno de ellos acabe revisando nuestro artículo.

· En muchas ocasiones, las revistas imponen serias limitaciones a la extensión de los artículos que se publican. En estos casos se suele permitir que se incluyan referencias a páginas Web en las que se presentan o se ofrecen datos, cuadros, figuras o información adicionales. Esta es una buena ocasión para que un lector interesado en conseguir esta información adicional tenga un acceso fácil a los trabajos publicados previamente.

· En el título es conveniente incluir los términos más relevantes que hagan referencia al objeto del trabajo, de forma que sea fácilmente recuperable, cuando alguien interesado en el tema de nuestro trabajo acceda a una base de datos.

· Dada la importancia del resúmenes absolutamente necesario redactarlo adecuadamente, de tal manera que la persona que lea el título se anime a pasar al resumen y encuentre ahí motivos adicionales para leer el resto del trabajo.

¿Qué se puede hacer al publicar un artículo para aumentar su impacto?

· Lo primero y más fundamental es elegir una revista que esté indexada en alguna base de datos importante. Así nos aseguramos que existe alguna entidad que nos hace publicidad gratis. Las bases de datos más importantes son, como se ha indicado, las relativas a los índices de citas.

· Siempre existe un dilema inevitable a la hora de elegir una revista para enviar un trabajo. Si se elige una con amplia distribución, mucho prestigio y muy exigente, es probable que el trabajo sea leído por más gente y, por tanto, tenga más impacto y sea más citado.

· Si se nos permite elegir árbitros (algunas revistas dan esta opción e incluso la solicitan), no debemos dudar en hacerlo. En un estudio realizado recientemente, los árbitros elegidos por las revistas tendían a ser más críticos que los elegidos por los autores.

¿Cómo aumentar el impacto de un artículo una vez que ha sido publicado?

Es posible que un investigador que empieza su carrera se resista a difundir sus trabajos científicos, y considera que hay algo negativo o incorrecto en ello. Sin embargo no hay nada malo en dar a conocer nuestros trabajos a los investigadores que puedan estar interesados en los mismos. Es más, el dar a conocer un trabajo propio que pueda ser relevante y útil para otros investigadores es quizás uno de los deberes básicos de cualquier persona dedicada a la tarea de crear, transmitir y criticar el conocimiento. Tener una tarjeta modelo para solicitar separatas o usar el e-mail es un recurso muy útil, no sólo para acceder a artículos, sino también para difundir los nuestros. Actualmente existen numerosos sitios en Internet, donde es posible colocar el trabajo, una vez ha sido publicado en la revista de elección. Por lo general son sitios mantenidos por investigadores y académicos de gran prestigio y respaldados por instituciones públicas o no gubernamentales.

¿Cómo se puede aumentar y controlar la difusión de los artículos?

En esta sección se presentan algunas recomendaciones.

· En algunas páginas Web institucionales normalmente aparece un directorio de investigadores con sus especialidades y correos electrónicos, donde se puede seleccionar la relación de los investigadores en áreas de conocimiento que tengan relación con los trabajos que uno publica para enviarles copias de los más relevantes.

· Conviene llevar copias de las separatas de los artículos más importantes cuando vayamos a congresos, reuniones científicas o seminarios y colocar estas copias en una mesa cuando tengamos una presentación oral o al pie del póster cuando nuestra presentación tenga este formato. Así, los investigadores interesados en ampliar detalles pueden llevarse una copia de los trabajos.

· Es útil enviar siempre los trabajos que nos hayan solicitado otros investigadores mediante correo electrónico o mediante tarjeta de petición de separatas Cuando un científico tiene interés en un trabajo propio es posible que lo cite en algún artículo suyo.

· Otra posibilidad consiste en enviar copias de los trabajos a los miembros de los consejos editoriales de las revistas académicas más importantes en nuestro campo. Las direcciones institucionales de los miembros de los consejos editoriales suelen aparecer publicadas en las propias revistas, bien en el formato impreso, bien en formato html cuando la revista está disponible en Internet. Dado que estos investigadores tienen un gran peso intelectual en las áreas respectivas, conseguir citas suyas para nuestros trabajos en sus artículos nos ayudará a incrementar nuestra visibilidad. .

· Es imprescindible colocar los trabajos en formato electrónico en una página web, si se tiene una página personal, o en la página institucional y dar de alta esta página web en buscadores genéricos (por ejemplo, www.google.com) y buscadores temáticos o buscadores que permitan clasificar por secciones de interés las páginas Web (por ejemplo, http://es.yahoo.com/). En el CENIAP se viene realizando esta labor, aun cuando no está del todo clara una política institucional al respecto.

¿Finaliza la tarea del autor con la publicación del artículo?

Ni la ansiada carta de aceptación ni la publicación de nuestro descubrimiento en una revista, marcan el punto final de nuestra tarea con un artículo científico. Una vez que nuestro trabajo aparece en la revista elegida, comienza una nueva fase con el objetivo de dar a conocer los resultados de nuestro quehacer académico. Ahora se trata de aumentar el impacto del mismo.

En este empeño deberemos hacer frente a algunas tareas importantes:

Enviar separatas a pares conocidos en otras instituciones y otros países y de esa manera promocionar nuestro trabajo.

Comprobar que el artículo está indexado en las bases de datos adecuadas.

Hacer un seguimiento a los autores que citan el trabajo publicado.

Conformar redes informales de comunicación con pares de intereses similares, o incorporarse a las ya existentes.

Incorporarse permanentemente la cultura electrónica, todavía en proceso de emergencia y crecimiento, pero cuyas potencialidades son virtualmente desconocidas.

Referencia de este artículo:

Romero, A. 2004. A cerca de la comunicación científica y su contexto de investigación. Revista Digital CENIAP HOY N° 5 mayo agosto 2004, Maracay, Aragua, Venezuela.

URL: www.ceniap.gov.ve/ceniaphoy/articulos/n5/arti/aromero.htm